Derechos conexos: ¿Qué son los derechos conexos? | Propiedad intelectual

Propiedad intelectual: Derechos de autor

¿Qué son los derechos conexos?


Las obras artísticas son a menudo puestas a disposición del público a través de los servicios de artistas escénicos y otros intérpretes, productores de fonogramas y radiodifusores. Piensa, por ejemplo, en una canción que se emite en la radio. Una vez que los autores (el letrista y el compositor) crean la canción, esa canción es interpretada por cantantes y músicos, grabada por un productor de fonogramas, y difundida por una emisora.

La interpretación, grabación y emisión de las obras requiere una gran inversión de tiempo y dinero. Para permitir la recuperación de esta inversión y para que haya una gran disponibilidad de obras para el público, las leyes nacionales conceden derechos especiales a los artistas, productores de fonogramas y emisoras. Estos derechos se denominan derechos conexos, porque están estrechamente vinculados al derecho de autor.

Propiedad intelectual: derechos conexos

Duración de los derechos conexos


El plazo de vigencia de la protección de los derechos conexos depende de la ley nacional de cada país. Generalmente, el plazo mínimo de vigencia es: para intérpretes, 50 años a partir del final del año en que se fija la interpretación en un fonograma; para los productores de fonogramas, 50 años a partir del final del año en el que se publica el fonograma; y para las emisoras, 20 años a partir del final del año en el que se produce la emisión.

Derechos conexos y Artistas


Muchas obras de arte no pueden ser plenamente apreciadas sin la ayuda de los artistas. Por ejemplo, una composición musical se disfruta más cuando es interpretada por un músico que cuando es leída sobre una partitura musical. Lo mismo puede decirse de los guiones, las obras teatrales, e incluso las novelas. Mucha gente los prefiere cuando son interpretados por actores sobre un escenario o en una pantalla de cine.

Los intérpretes - actores, músicos, bailarines, y cantantes - dan vida a las obras de los autores. Cuando actúan, tocan un instrumento, bailan o cantan, los artistas interpretan las obras con su estilo propio y único. Las interpretaciones originales de las obras son valiosas y por lo tanto están protegidas por los derechos conexos.

Generalmente, los intérpretes pueden prohibir la grabación y emisión de sus actuaciones en directo sin su consentimiento. También pueden impedir, entre otras cosas, que se hagan más reproducciones de sus grabaciones musicales, así como su transmisión por Internet. Por ejemplo, una grupo musical puede impedir a sus fans grabar su actuación en directo por vídeo. También puede prohibir a sus fans cargar en Internet copias del álbum del grupo.

Sin estos derechos, los intérpretes no percibirían ingresos por sus interpretaciones. Si cualquier persona pudiera grabar y emitir gratis la actuación de un artista, entonces quienes hubiesen comprado una entrada para asistir a la actuación podrían preferir ver la emisión gratis. Las grabaciones copiadas sin el consentimiento del artista tampoco generan ingresos para el artista. Si un artista no puede obtener ingresos de sus interpretaciones, tendrá que ganarse la vida con otro trabajo y por lo tanto interpretará y grabará menos obras para nuestro disfrute.

Normativa de derechos conexos en otros países


En algunos países, los artistas también tienen derechos parecidos a los derechos morales del autor. Estos derechos protegen a los intérpretes contra la modificación de sus interpretaciones. También les permiten pedir que sus nombres sean mencionados en relación con sus interpretaciones y actuaciones. 33

¿Cómo se gestionan el derecho de autor y los derechos conexos?


Antes de que tú, o nadie, pueda utilizar una obra protegida por derecho de autor y / o derechos conexos, tienes que buscar a los titulares de los derechos para pedir permiso y a veces pagar por el derecho a usar la obra. Este proceso se denomina obtención de autorización.

Los autores e intérpretes (sobre todo los más conocidos) pueden, fácilmente, verse bombardeados por la gran cantidad de solicitudes que reciben de personas que quieren reproducir, emitir, adaptar o usar de alguna manera sus obras e interpretaciones. Seguir y estar al tanto de todas estas solicitudes y decidir si dar o no permiso gratis, o por una cantidad de dinero, puede llevar mucho tiempo.

Estas solicitudes son muy importantes, ya que los autores e intérpretes reciben el pago de sus derechos a través de licencias o cesiones. Para poder disponer de tiempo para seguir creando e interpretando mientras atienden todas las solicitudes, muchos autores e intérpretes confían en los servicios de las Entidades de Gestión Colectiva. Estas organizaciones actúan como un enlace entre los autores e intérpretes y los que quieren utilizar sus obras. Conceden autorizaciones, recaudan los pagos de derechos, y detectan, prohíben y buscan compensación por usos no autorizados. Gracias a estas organizaciones, los autores e intérpretes reciben los pagos que merecen cuando sus obras e interpretaciones son utilizadas, y los usuarios pueden conseguir permiso para el uso de tales obras e interpretaciones más fácilmente.

La mayoría de los países tienen entidades nacionales de gestión colectiva, con las que puedes contactar para la gestión de los derechos de tus obras o interpretaciones. También te puedes poner en contacto con estas organizaciones cuando necesites permiso para utilizar las obras o interpretaciones de otros autores.

Las organizaciones nacionales de gestión colectiva suelen pertenecer a una asociación (grupo) internacional. Para encontrar la organización nacional que te puede ayudar a gestionar tus derechos como autor, u orientarte sobre cómo conseguir permiso para utilizar la obra o interpretación de otra persona, puedes ponerte en contacto con dicha asociación internacional.

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